Por muchos años, la escuela se ha
enfrentado al reto de ofrecer una educación digna y de calidad para a las personas en edad escolar;
se han buscado reformas curriculares a los planes de estudio, estrategias por
medio de las cuales los dicentes adquieran competencias útiles no sólo dentro
de un aula o ambiente escolar, sino que estos conocimientos, habilidades y
actitudes sean transferibles a la vida cotidiana.
Este interés ha logrado consolidar
grandes corrientes pedagógicas y modelos de aprendizaje en busca de esa tan
deseada calidad educativa, entre las cuales destacan: el Modelo de los Cuadrantes Cerebrales de
Herrmann, Modelo de Kolb, Modelos de los Hemisferios Cerebrales, Modelo de las
Inteligencias Múltiples de Gardner y el Modelo VAK, que tiene sus bases en la PNL (Programación Neuro-Lingüística) de Bandler y Grinder, éste último siendo uno de los más viables para su desarrollo y promoción en el aula.
El siguiente esquema muestra las características de los principales modelos pedagógicos.
A pesar de los grandes avances pedagógicos y de que el constructivismo a imperado en las propuestas y reformas educativas, la práctica dista mucho de serlo, pues el conductismo sigue siendo utilizado dentro del proceso educativo; es por eso que el desarrollo de este proyecto proporciona conocimientos, nociones y herramientas que acercaran un paso más a los docentes a una evolución de las prácticas de enseñanza dentro del aula.
VAK, MODELO DE BANDLER Y GRINDER
El modelo VAK de los Estilos de Aprendizaje, a diferencia de
las otras clasificaciones de los estilos de aprendizaje tiene un mayor respaldo
en la educación básica, ya que las otras teorías están más enfocadas al ámbito
empresarial y laboral como el modelo CHAEA y los Hemisferios Cerebrales.
El modelo VAK, se basa en la idea de que
aprendemos usando esquemas de representación específicos como el visual,
auditivo y kinestésico, los cuales son los principales receptores en los seres
humanos y por medio de los cuales aprendemos incluso desde antes de nuestro
nacimiento; sin embargo, no todos aprendemos de la misma forma o la misma
velocidad; cada uno de nosotros posee un estilo único de percibir, reconocer,
procesar, comprender y comunicar la información.
En los estilos de aprendizaje, existen rasgos
que pueden marcar la pauta o el sentido de individualidad para cada uno de
nosotros, por ejemplo: los rasgos cognitivos, es decir la cantidad de
conocimientos previos y nuestro acercamiento con el objeto de nuestro
aprendizaje; afectivos, por el interés que tengamos de lo que deseamos
aprender; y fisiológicos, como la forma en que percibimos, interactuamos y
respondemos a los ambientes que rodean nuestro conocimiento a aprender.
La forma que tenemos de enseñar como maestros, no toma en cuenta dicha
individualidad, estamos tan encasillados en creer que debemos de ser o tener una misma línea a
la hora de enseñar, claro, nos ha funcionado en alguna ocasión, pero recordemos
que no siempre tendremos el mismo grupo o contaremos con el mismo ambiente y
personalidades dentro de nuestra aula. Las actividades, ejercicios,
presentación de la información y exposición de la clase la hacemos de la mejor
manera que podemos y de la cual pensamos que será más fácil de comprender por
nuestros estudiantes, sin embargo, la forma en que ellos la perciben o reciben
no siempre encaja con nuestro sistema.
Lo ideal sería presentar la información,
basándonos en los estilos predominantes o mejor aún, utilizando todos los
esquemas, de esta manera garantizaremos que al terminar una lección, los niños
podrán aplicar los conocimientos que adquirieron durante ella, pues su sistema
de representación preferido les
facilitará su entendimiento.
Ahora bien, el primer paso es conocer los estilos
de aprendizaje, lo siguiente es aprender a reconocerlos en nuestros estudiantes
y finalmente dominar todos los sistemas para que ellos aprendan a utilizarlos
también, si no de forma uniforme durante el proceso de enseñanza-aprendizaje,
sí sin dejar de lado ninguno de ellos para que no se pierdan ningún evento
importante durante la clase o contenido a aprender.